miércoles, 8 de mayo de 2013

RoboBee – Insecto Espía – desarrollado a partir del vuelo controlado

   
Massachusetts, 02/05/2013.- El equipo de investigadores de la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas  (SEAS) de la Universidad de Harvard, se encuentra desarrollando un robot del tamaño de un insecto, cuyo primer vuelo de ensayo, fue realizado el pasado verano. Su tamaño se reduce a la mitad de un clip, y su peso es inferior a la décima parte de un gramo. Robobee está inspirado en el concepto biológico de la mosca y su fabricación se concibió sobre una plataforma de avanzada miniaturización.

Robobee, posee una anatomía sub-milimétrica desarrollada a escala única implementando dos alas de finísima textura logrando un aleteó de una forma casi invisible “120 veces por Segundo”. A escalas más pequeñas pueden adquirir un efecto descomunal en su dinámica de vuelo debido a los pequeños cambios en el flujo del aire donde el sistema de control le permite reaccionar de  manera más eficiente en su rapidez, que cuando el RoboBee permanece estable. 

En relación a lo que vendría siendo los músculos del ala pequeña del robot volador, cuenta con unos actuadores piezoeléctricos – bandas de cerámica, las cuales se expanden  y se contraen a una alta velocidad cuando se les aplica un campo eléctrico. “Además sus delgadas bisagras de plástico incrustadas en el bastidor de la carrocería hecha de fibra de carbono funcionan como uniones en un sistema de control que logra alcanzar el delicado equilibrio deseado, comandando a su vez los movimientos de rotación que le brindan una forma de aleteo diferente con el objetivo de generar los movimientos direccionales”.

Pese a su pequeño tamaño, RoboBee cuenta con una cámara que puede recolectar imágenes de lo que ve, permitiéndole trabajar en misiones de búsqueda, rescate o monitorear condiciones en un área. La investigación para crear este pequeño robot tomó 12 años de prueba y error hasta llegar a este resultado. 

Lamentablemente, RoboBee no es autónoma todavía debido a que no hay baterías lo suficientemente pequeñas para este tipo de aparato espia . Por el momento la energía es transmitida a través de un pequeño cable, junto con las instrucciones para mover las alas, enviadas desde un computador guía. El siguiente paso es crear un mini cerebro de abeja que pueda realizar estas tareas, y una batería para darle energía. 


Los primeros vuelos que tuvieron lugar en el verano 2012, emplearon una fuente de energía – versión tethered y un procesamiento de los dispositivos externos. Los próximos pasos del programa implicará la integración sobre el trabajo paralelo en los diferentes equipos de investigación: específicamente los que laboran en el cerebro, el comportamiento coordinado en las colonias, la fuente de energía, etc. dando lugar a una evolución plena de autonomía en el tema de los insectos robóticos inalámbricos y el espinoso argumento sobre “invasión a la privacidad”. Por otro lado en relación a las pilas de combustible de alta densidad energética deben desarrollarse antes de que los RoboBees puedan volar con mayor independencia.

Las aplicaciones para las criaturas del tipo RoboBee podrían incluir: el control de distribución ambiental, así como operaciones de búsqueda y rescate o’ en la polinización de cultivos, aunque los materiales técnicos de fabricación y los componentes que surgen en el camino podrían ser aún más importante. Es bueno mencionar que La Fuerza Aérea de EE.UU., también se encuentra trabajando en tecnologías similares, en el marco del programa del Micro-Robots por medio de Sistemas Autónomos – Laboratorios de Investigación del Ejército de thethe (ARL) Micro Autonomous Systems and Technology (MAST) y Micro y Tecnología (MAST) Alianzas Colaborativas de Tecnología.

Los últimos avances alcanzados en el laboratorio son: en la fabricación de los materiales y el diseño, han pavimentado el camino en los nuevos aciertos del RoboBee, investigador principal en el proyecto de National Science Foundation, de apoyo al RoboBee; Robert J. Wood, expresó. “Ahora que tenemos esta plataforma única, hay decenas de pruebas que estamos empezando a crear, incluyendo las maniobras de control, las cuales son mucho más agresivos en el aterrizaje”; Wood, informó. Los insectos robóticos, “también se aprovechan de las técnicas emergentes de fabricación provenientes de los avances desarrollados” por el equipo de Wood en 2011.

A través de las hojas en el proceso de manufacturación de los diversos materiales, los cuales son cortados con el sistema laser, luego se superponen y se intercalan como en un sándwiches  entre una placa delgada y plana, doblándola en una estructura electromecánica completa. El procedimiento le permitió al equipo acelerar el desarrollo del prototipo, pasando por 20 prototipos en un periodo de seis meses. El proceso de fabricación emergente podría crear una nueva clase de dispositivos médicos complejos.

La oficina de Desarrollo Tecnológico de Harvard, contando con la colaboración de SEAS de Harvard y el Instituto Wyss, ya está en el proceso de comercialización de algunas de estas tecnologías subyacentes. Además el programa es apoyado por la Facultad de Ingeniería del Instituto Wyss, bajo la Inspiración Biológica de Harvard.




على الرغم من صغر حجمها، Robobee يحتوي على كاميرا التي يمكن جمع الصور من ما يرونه، مما يسمح لك للعمل في البحث والإنقاذ أو 'ظروف رصد في المنطقة. البحوث لخلق هذا الروبوت قليلا استغرق 12 سنوات من التجربة والخطأ للوصول الى هذه النتيجة.



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